quarta-feira, 16 de fevereiro de 2011

Diálogo con María Adela Palcos sobre el Programa Río Abierto Solidario

Diálogo con María Adela Palcos sobre el Programa Río Abierto Solidario


El miércoles 21 de julio de 2003, nos encontramos con María Adela para pensar este proyecto Río Abierto Solidario desde las bases del sistema. Lo que transcribimos es el comienzo de un diálogo que se irá profundizando y consolidando igual que este proyecto...

¿Cómo definirías desde el sistema a este Río Abierto Solidario?

Entiendo que podemos encontrar dos miradas:

1- Podemos pensarlo desde las personas que están realizando la acción solidaria. Lo veo como un trabajo profundo desde el corazón. El voluntariado surge de una profunda necesidad del centro cardíaco... El cardíaco se alimenta del dar... es el amor en movimiento en sus distintas manifestaciones: Amor como tiempo, amor como trabajo, amor como posibilidad de volver a las tareas primarias. esto es muy importante porque las tareas primarias, el trabajo es el que nos conecta con las necesidades primarias...

2- Y también está la otra mirada, la de las personas que reciben la acción solidaria... Una mirada que tal vez comienza – desde las necesidades primarias – a través del recibir la ayuda material pero es una mirada que se modifica en “el trabajo” y se convierte en la posibilidad de accionar, de no quedar paralizado... Se transforma en alimento espiritual, en la posibilidad de seguir desarrollándose en el amor, en llegar a ser libre a través de la respiración...

¿Qué se entiende por tareas primarias?

Me refiero a aquellas tareas que nos ponen en contacto directo con las necesidades primarias, que cultivo o recojo para poder comer; que amaso y cocino para poder alimentarme, que construyo para tener habitación, como esquilo, hilo, coso, tejo para abrigarme. Ninguno de nosotros tuvo hambre y no tener con que saciarlo, frío y no tener con que abrigarse, no tener un techo donde cobijarse, por lo tanto estamos alejados de la fuerza del instinto, que está directamente relacionado con la urgencia de las necesidades básicas. Entonces hemos quedado desprovistos de la fuerza básica esencial al ser humano y en su contacto con lo vital.

A propósito de esto, ¿Cuál es tu visión de las diferencias sociales cada vez más marcadas en nuestro país y en América Latina?

Observo que hay, en general, un temor de las clases altas a las clases bajas; es un temor fantaseado: “Si es pobre me va a robar, es bruto, algo me quiere sacar” Temores fantaseados que están muy incrustados en el tejido social. La contrapartida de esto es que el individuo de las clases bajas se siente rechazado y lo es, en alto grado, marginado y sin derechos.

Históricamente en algún momento se produce una división del trabajo, por lo cual las clases altas quedan a cargo del pensamiento y algo de la sensibilidad; y las clases bajas del trabajo físico, relacionando en primera instancia con las necesidades primarias. Con esta división entre esclavitud y aristocracia, como fue en otra época, y como empieza a volver a ser ahora; se produjo una escisión en el ser humano en el que las clases altas se vieron desprovistas, en parte del elemento fuerza y vitalidad; y las clases bajas desprovistas de los centros altos.

Todos somos carentes, cada uno en un aspecto... En general, si observamos a nuestro alrededor nos damos cuenta que las clases medias y altas son carentes de fuerza que corresponde a los centros bajos. Esta carencia aleja de la acción. La acción, el hacer cotidiano queda aislado de lo vital. Necesitamos trabajar para recuperar la energía vital, la fuerza y la presencia. El solidarizarnos y mancomunarnos con personas que les toco nacer en otro ámbito social es una hermosa ocasión que se nos presenta desde Río Abierto Solidario.

¿Y entonces cómo podríamos pensar la violencia?

Cuando la fuerza no tiene dirección, no encuentra el sentido, se convierte en violencia.
La fuerza está victimizada de dos formas:
Con la violencia del afuera, de la ausencia , de la carencia, de la marginalidad
O ejercida desde adentro del ámbito social a través del golpe.

Los maestros dicen que todos somos tímidos pero hay dos clases de tímidos: los reprimidos y los explosivos. En general, puedo observar que la mayoría de quienes concurren a Río Abierto son tímidos reprimidos en tanto que quienes van a Río Abierto Solidario son tímidos explosivos...

Y lo explosivo asusta, perturba... En realidad, entiendo que la posibilidad de lo explosivo está vinculada con las maneras de organizar la experiencia, con lo que aprendemos mientras aprendemos... Podemos llamarlo educación, cultura o como sea, y eso influye a la hora de reprimir o explotar. De todos modos esa capa de cultura desaparece cuando lo que se pone en juego son las necesidades primarias... Estas son las que producen el arrebato... Hasta que uno puede comprender el “Hay para todos”.

Por eso cuando trabajamos en situaciones donde las necesidades básicas no están satisfechas es necesario limitar lo dionisíaco, sobre todo al inicio del trabajo...
Lo importante es comprender que todos somos carentes y complementarios y que por eso necesitamos entremezclarnos. El camino de la evolución nos plantea la necesidad de completarnos y complementarnos todos. Todos necesitamos la fuerza, la inteligencia y la sensibilidad.

Esta mirada nos puede llevar a pensar este Programa de Río Abierto Solidario desde la perspectiva de la salud... ¿Cómo sería esta idea de salud desde el sistema?

Entiendo la salud como el estado de PLENITUD HUMANA y esto está muy lejos de la idea de ausencia de enfermedad. En este sentido es necesario pensar en las ideas de Prevención y Promoción de la salud. Y la promoción de la salud está ligada a la posibilidad de satisfacer las necesidades primarias, no sólo comer, también trabajar, estudiar, saber quiénes somos como seres humanos. Es decir fortalecer el autoconocimiento y conocer el potencial de autosanación.

La población de Río Abierto solidario se enferma con frecuencia y concurren a hospitales y centros de salud con mucha asiduidad. ¿Qué opinas de esto?

Sí, están llenos de enfermedades, enfermedades por carencia... Por carencia de alimentos pero fundamentalmente por falta de amor... Toman muchísimos remedios y van a los hospitales porque allí, más allá de los medicamentos, reciben “Atención”, se sienten atendidos, dignos de ser atendidos, confirmados en una identidad.

Nos gustaría terminar este encuentro repensando dos ideas:
La Primera: ¿Cómo podemos pensar desde el sistema al “VOLUNTARIO”?

El voluntario es alguien que tiene una profunda necesidad de dar. Mucha gente se enferma del corazón por no poder cumplir con esta necesidad del corazón de dar. Dar lo que no necesito, sí, ropa, comida, y también y fundamentalmente Dar en el sentido de irradiar Amor, tiempo, trabajo. Sólo a través del Dar irradiando se alcanzará el equilibrio que el mundo necesita...

IRRADIAR es dar de tal forma que cuando doy, estoy dando desde el SER. Se trata de descubrir que soy yo quien necesita DAR (Y por suerte hay otros que necesitan recibir...)
Es un Dar diferente, y es diferente porque damos poniendo el cuerpo y en ese poner el cuerpo es donde se mezclan las auras...

La segunda idea: En muchas de tus clases, nos decís que para superar la dualidad es necesario trabajar la voluntad, sacar el no puedo y respirar... ¿Cómo podríamos pensar esta idea en relación a todos estos conceptos de salud, de voluntariado y solidaridad que hasta aquí nos has brindado?... ¿También en la acción solidaria es posible superar la dualidad a través de la voluntad?

En realidad no pienso que la dualidad se supere a través de la voluntad; se supera a través de la conciencia que puede conducir hacia el Amor Incondicional. Hace falta superar los miedos que en última instancia son las mil formas del miedo a la muerte. Y superar otro extraordinario miedo que nos aqueja y que es más difícil de explicar, que es el miedo que tenemos como personalidad, a atravesar ese espacio virtual entre “lo que creo ser y quien SOY”.

Aquí estaría la verdadera superación de la dualidad: No puedo temer a la muerte si soy eterna.

Y en este sentido, ¿Cuáles serían desde esta perspectiva, las grandes metas de este Trabajo Solidario?

Dando y recibiendo, cada uno va superando las situaciones adversas, entonces allí todos podemos:
¨ Comprender que el mundo es amor pese a las máscaras del horror...
¨ Recuperar la identidad a pesar de la violencia
¨ Llegar a SER libre aprendiendo a tomar y sacar el aire
¨ Descubrir que aún los ambientes hostiles, no impiden la posibilidad de ser seres humanos completos cuando uno logra estar presente
¨ Aprender a recibirnos los unos a los otros a pesar de las diferencias sociales.

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