quarta-feira, 16 de fevereiro de 2011

El Matrimonio de la luz con la oscuridad - Maria Adela Palcos

Octubre 1999


El matrimonio de la luz con la oscuridad



Todo el trabajo de evolución y transformación de los seres humanos ha sido visto muchas veces como un camino hacia la luz. Se llama “iluminación” a un estado que es descripto como el estado ideal del ser humano. Muchas veces me he preguntado ¿qué pasa con la oscuridad?. Sé que en esto estoy acompañada por otros pensadores que se han interrogado a sí mismos de una manera similar ¿cómo es este matrimonio de la luz con la oscuridad?.

Creo que nosotros somos ese matrimonio de la luz con la oscuridad y que es necesario el trabajo con el cuerpo y con la psiquis para poder llevarlo a cabo; al menos esta es la forma que yo he encontrado. El entrar en contacto profundo con las células le enseña a la luz de la conciencia; al mostrarle un panorama inédito, imposible de ser expuesto de otra manera. La luz de la conciencia penetra en el mundo oscuro de las células y ahí descubre una nueva luz, que proviene de la oscuridad. No sé si llamarla la luz de la materia; es una lumbre acogedora como las brasas incandescentes de un fuego permanente, eterno.

Una luz mansa que va de adentro para afuera, que no brilla como un sol, una luz con calor, con morosidad, con permanencia.

Este es el matrimonio. Pero hasta que la conciencia no se anima a descender a los “infiernos” no hay manera para que este matrimonio se produzca.

Para que la conciencia cósmica se haga presente en nosotros es necesario ese matrimonio. En este planeta sólo en el cuerpo es posible.

Dentro del enlace de cielo y tierra los seres humanos cumplimos una función metabólica que permite la consubstanciación de espíritu y materia, de luz y oscuridad.

Y este es el sentido de los seres humanos sobre la tierra, cuando cumplimos sea función nos sentimos satisfechos.


María Adela Palcos

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